La luciernaga

Ella vio la luciernaga 

Entre cadenas y sollozos desalmados
Su espiritu volaba ante la oscuridad
Todos los dias buscaba un Dios
Ese que fue su norte ante la angustia

Siempre divizó un punto luminoso
Aunque sus ojos eran cegados
Y su corazón tan lejano de aquella selva
Repleta de animas con un proposito cruel

La muerte la mantenia esposada a un árbol
La noche caía como escenario mortífero
Golpeaba el corazón de aquella mujer valiente
Trazaba sus lineas como una cicatriz en su piel

Sus fuerzas flaqueaban ante el tiempo implacable
Los años la golpeaban como puñaladas en su tes
Se marchitó su rostro ahogado de lagrimas duras
transformando la vida en una subexistencia fugáz

La luciernaga rondaba por sus alrededores
Hasta que llegó el día, que toda esa luz se propagó
Saliendo de la selva que se hizo infinita con los años
Recordó el verdadero amanecer, sintió la vida regresar

Violeta Sánchez-*

Escrito a Ingrid Betancourt el día de su liberación...