En esta nueva entrada quisiera compartir un poema, extracto del libro "Si me amas, no me quieras" de Luis Verdecchia donde éste, con su relato en primera persona ofrece una especie de diferencia entre el "amar" y el "querer" analizando exhaustivamente al ser humano y su relación, esa que deberiamos tener para llegar a ese "amor" verdadero que el autor describe como inexistente ya que para él el verbo "amar" es el fundamento último que le da fuerza a esta abstracción que tanto anhelamos los seres humanos...¡buen libro!, lo recomiento, nos recuerda lo que ya sabemos y se encuentra en algún sitio de nosotros para ser re-descubierto...
En el poema se plasma una de las tantas caras del amor, el juego del amor, tan frágil que un simple suspiro puede alterar la fluidez de su naturaleza...
Vamos a jugar a que nos queremos,
Yo te digo palabras tiernas
que te recuerden al oído el susurro del amor
y tú me dices con tus ojos color de espacio
que eres toda una noche para la pasión.
Vamos a jugar a que nos amamos
como más nadie en el mundo,
como hace tanto te amé,
cuando nuestras manos eran una mano,
cuando nuestras cabezas eran una idea
y cuando nuestros labios eran una voz
No te alejes que tu independecia me abruma,
cuando te callas temo tanto la soledad,
di cualquier palabra para que juguemos al amor.
Quédate a mi lado, que nunca me separaré de ti.
Para que nunca te vayas, quédate aquí,
cierra tus ojos, contigo tendrás todo,
pide lo que quieras y todo te daré
en este juego del amor.
Tu silencioso discurso me ha respondido,
ya sé que me quieres, no digas nada,
entiendo tu desesperación cuando bajas la cabeza,
cuando quieres decir que sí,
aunque sutilmente digas que no.
Si te vas me muero, si me alejas de ti
ya jamás cantaría otra vez mi voz,
escucharás gemidos etéreos
peregrinando a tu alrededor.
Yo sé también que podemos amar a otros,
pero vamos a jugar un rato más
a este juego del amor,
como si tú y yo fuésemos los únicos
que existimos entre tú y yo
*- Humberto Blanco.
